¿Quién es el Niño Jesús de Praga?

LA DEVOCIÓN AL NIÑO JESÚS DE PRAGA



Desde tiempos muy antiguos los católicos han tenido mucha devoción al Divino Niño Jesús, y han honrado su santa infancia, considerando esta edad de Jesucristo como una maravilla de inocencia y amabilidad.

Modernamente los santos que más contribuyeron a difundir la devoción al Niño de Belén fueron Nuestros Santos Padres Teresa de Jesús y Juan de la Cruz.

Nuestra Santa Madre Teresa le tenía un amor tan grande al Divino Niño que un día al subir una escalera obtuvo tener una visión en la que contemplaba al Niño Jesús


tal cual había sido en la tierra. En recuerdo de esta visión la santa llevó siempre en sus viajes una estatua del Divino Niño, y en cada casa de su comunidad mandó tener y honrar una bella imagen del Niño Jesús que casi siempre ella misma dejaba de regalo al despedirse.

Existen alrededor de todo el mundo muchas figuras e imágenes representando al Niño Jesús mediante las cuales se han obtenido grandes milagros. Entre las más conocidas se encuentran: El Niño Jesús de Praga, en Checoslovaquia y el milagroso Niño Jesús de Bogotá en Colombia, entre otros.


¿Cuándo se celebra la fiesta ?
La fiesta del Niño Jesús de Praga se celebra el 25 de enero


¿Cuál es el origen del Niño Jesús de Praga?

La tradición cuenta que en el siglo XI o XII a un monje del sur de España se le apareció el Niño Jesús y le habló, quedando este religioso tan admirado que ordenó que se realizara una imagen lo más exacta posible de lo que había presenciado. Por otro lado, se dice que fue Santa Teresa de Ávila quien está detrás de esta imagen, lo que explicaría que fueran los carmelitas quienes difundieran esta devoción.

Lo que sí está documentado es que fue María Manrique de Lara quien llevaría la imagen tallada en España a Praga, donde actualmente se encuentra. Fue Polyxena hija de María; la que regalaría esta obra de arte a los carmelitas tras la muerte de su esposo. La estatua fue recibida con gratitud y colocada en el oratorio interior del convento, donde fue objeto de veneración por parte de los carmelitas, especialmente del padre Cirilo de la Madre de Dios. Rápidamente notaron la protección del Niño sobre el convento. Pero en 1631 los sajones tomaron Praga y saquearon el convento, dañando la imagen. Al retirarse el enemigo los carmelitas regresaron, pero sin acordarse de la talla. Fue al regreso del padre Cirilo a Praga, ciudad que se encontraba en una situación crítica, cuando el religioso encontró al Niño. Rezando, el Pequeño le habló y le dijo: “ten piedad de mí y yo tendré piedad de ti. Dame mis brazos y yo te daré mi paz. ¡Te bendeciré tanto como tú me veneres a mí!”. Así lo hizo, a la vez que instó al resto de religiosos a rezar. Fue con el asedio de los suecos en 1639 cuando al resistir inesperadamente la ciudad ante el enemigo entre el pueblo se dijo que había sido gracias a la ayuda del Niño. Pronto comenzaron a producirse milagros, curaciones inexplicables y hechos extraordinarios que extenderían la devoción primero por la zona, y más adelante por todo el imperio austrohúngaro, para llegar más tarde a España, de donde provenía la imagen, y gracias a este país a toda Iberoamérica, Norteamérica y Asia.

¿Cómo es la imagen del Niño Jesús de Praga?

La imagen representa a un niño de una edad aproximada de 4 o 5 años. La talla mide 47 centímetros de altura, es de madera y recubierta de cera. 

De este modo, el Niño aparece vestido con camisas largas y lleva los pies descalzos. Con su mano derecha está impartiendo la bendición, mientras que con la izquierda sostiene una imagen del orbe rematada con una cruz. La imagen está vestida con ropas reales. De hecho, uno de los aspectos más llamativos del Niño Jesús de Praga son sus vestidos. La imagen está coronada, pero ésta no está unida directamente con la talla sino montada sobre su cabeza. 







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