NUESTRAS SANTAS

SANTA TERESITA DEL NIÑO JESÚS Y DE LA SANTA FAZ 

María Francisca Teresa Martin Guérin nació en Alenzón (Francia) el 2 de enero de 1873. Sus padres fueron los beatos Luis Martin y Celia Guérin. A los 15 años Teresa Martín entra en el Carmelo de Lisieux (Francia)


“Yo quiero un corazón ardiente de ternura, que nunca me abandone, ni me olvide jamás”

“He venido al Carmelo para salvar almas y sobre todo para orar por los sacerdotes”


SANTA TERESA BENEDICTA DE LA CRUZ

Edith Stein, Teresa Benedicta de la Cruz. Nació el 12 de octubre de 1891 en el seno de una familia judía en Breslau (actual Polonia).

Doctora en filosofía y apasionada buscadora de la verdad, Edith Stein entra con 42 años en el Carmelo de Colonia (Alemania)



“Él ha vertido la sangre de su corazón para ganar el tuyo”


Santa Teresa de Los Andes

Juanita Fernández Solar nació el 13 de julio de 1900 en Santiago de Chile. Con sólo 17 años Juanita Fernández entra en el Carmelo de Los Andes (Chile).


“Siento vanidad cuando me dicen que soy la más bonita de mis hermanas”

“Nuestro Señor me dice que me ha escogido a esta vida tan perfecta y tan de unión con Él”


Santa Teresa Margarita Redi

Ana María Redi nació en Arezzo, Italia, el 15 de julio de 1747. Se sintió llamada a la vida religiosa y se planteó ingresar Benedictina. Tras una conversación fortuita con una amiga que iba a ingresar en el Carmelo, Anita sintió la vocación de carmelita (que ella no apreciaba antes). Salió del colegio para madurar su decisión. Al cumplir los 17 años comunicó su resolución para sorpresa de todos y disgusto de las monjas de su colegio.

Ingresó para un período de prueba el 1 de septiembre de 1764 en las Carmelitas Descalzas de Florencia. Poco antes de terminar el postulantado fue operada de la rodilla, y salió del convento sin saber si sería admitida. Ingresó y tomó el hábito el 10 de marzo de 1765, haciendo propósito de vivir la oración, la obediencia y el silencio. Profesó el 12 de marzo de 1766 con el nombre de Teresa Margarita del Corazón de Jesús.

Exclamaba constantemente: “Dios es amor”. Vivía en continua acción de gracias: “¡Que pruebe quien no lo crea y no se atreva a acercarse a Él, lo bueno y generoso que es nuestro amorosísimo Dios!”

Santa Maravillas de Jesús

María de las Maravillas Pidal y Chico de Guzmán, OCD (1891-1974).

Nace en Madrid el 4 de noviembre de 1891 en una familia profundamente católica, la de los Marqueses de Pidal. Después de una infancia y juventud propias de su estado social, lo abandonó todo para ingresar en el Carmelo del Escorial en el año 1919. Maravillas Pidal con 27 años entra en el Carmelo de El Escorial (Madrid-España)

En el año 1924, por inspiración divina, fundó el Carmelo del Cerro de los Ángeles junto al monumento del Corazón de Jesús.

En 1933 funda un Carmelo en Kottayam (India).

De 1936 a 1939 arrecia la persecución contra la Iglesia española y las Carmelitas Descalzas del Cerro, emprenden una arriesgada peregrinación  que culminará en el Desierto carmelitano de Batuecas (Salamanca) recuperando este monasterio para la Orden.

En 1939, la M. Maravillas regresa al Cerro y emprende numerosas fundaciones con el espíritu de Santa Teresa de Jesús: En 1944 Mancera de Abajo, (Salamanca), en 1947 Duruelo, en 1950 Cabrera, (Salamanca), en 1954 Arenas de san Pedro, (Ávila), en 1956 San Calixto (Córdoba), en 1958 Aravaca, (Madrid), en 1961 La Aldehuela, (Madrid), donde vive hasta su muerte.


“El Señor me escogió a pesar de mi miseria…sabía que no podía partir mi corazón, que Dios lo quería todo para Él”


Santa Isabel de la Trinidad

Isabel Catez nació el 18 de julio de 1880 cerca de Bourges (Francia).

Isabel desea ser carmelita, pero su madre se lo prohíbe hasta los 21 años. Leyendo a Santa Teresa, siente una gran sintonía. Comprende que la contemplación es dejarse obrar por Dios, que la mortificación ha de ser interior y que la amistad es una actitud de anteponer tus intereses a los de la otra persona. También le ayudó mucho la lectura de la Historia de un alma, donde la joven Teresa de Lisieux, recién fallecida, la impulsó en el camino de la confianza en Dios.

 

El 2 de agosto de 1901, la postulante ingresa en el Carmelo de Dijon con el nombre de Isabel de la Trinidad. La Madre Germana será su priora, maestra y, finalmente, admiradora y discípula. Isabel vive una vida completamente ordinaria, una vida de fe, sin revelaciones ni éxtasis, sin embargo, enseguida llama la atención de toda la comunidad la fidelidad y entrega de la joven. Ella, a su vez, se sumerge en la lectura y profundización de la Escritura (fundamentalmente San Pablo) y de San Juan de la Cruz. De su mano, va encontrando su propio camino interior y madurando en su fe. En la cuaresma de 1905, Isabel enferma y tras una penosa y larga enfermedad, muere el 9 de noviembre de 1906.


 

“Amaba a Dios en tal extremo, que no comprendía que pudiese alguien entregar su corazón a nadie más”

Sus últimas palabras fueron: “Voy a la Luz, al Amor, a la Vida”.


SANTA MARIA DE JESUS CRUCIFICADO

Mariam Baouardy nació el 5 de enero de 1846, en Ibillin, una pequeña aldea de Galilea, a mitad de camino entre Nazareth y Haifa, en una familia de rito griego-católico.

Es recibida en el Carmelo de Pau (Francia) en junio de 1867, dónde recibe el nombre de Hermana María de Jesús Crucificado. Su sencillez y su generosidad conquistan los corazones de todos. Don de profecía, ataques del demonio o éxtasis… entre todas las gracias divinas de las cuales está colmada, está aquella de saberse, de manera muy intensa, ser ‘nada’ frente a Dios, y cuando habla de ella misma se llama "la pequeña nada", es realmente la expresión profunda de su ser. Tenía ardiente devoción al Espíritu Santo.


 

“Mira mi debilidad, mi miseria, mi malicia, gracias por hacerme conocer lo que soy Dios mío”

“Yo ví la paloma de fuego”


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